RUTINA ASESINA

Y ahora que ya no me lees,
¿para quien voy a escribir?
Yo que pensaba que me necesitabas...
que todas las noches, antes de irte a la cama,
buscabas en mis palabras que te cantara una nana.
Y me vi en la obligación de satisfacer la rutina
escribiendo una canción, siguiendo tu inspiración.
Tan satisfecha quedó que enloqueció de celos
y al encanto y al deseo se los llevó por delante.
Buscare musas sin nombres, encerraré a la asesina,
y te seguiré escribiendo sin rutina.
De lo que me salga de dentro o de lo que me venga de fuera,
con metáfora o directa, con mentiras o verdades,
hablaré del beso,
hablaré de amantes.
Contaré de todo lo que quiera el alma los días que venga,
y a la hora que quiera, para quien me lea, cantaré una nana.