domingo, 12 de febrero de 2017

SAL

Escapa de mi alma porque la corrompes.
Para volver a entrar,  primero tendrás que salir y quitarte la ropa.
Los calcetines te los puedes dejar puestos,
no vaya a ser que te enfríes más.
Deja a mis sueños despertar sin ti.
Deja de tocarlos con manos ajenas.
No caeré en la trampa de pensarte siempre.
Me duelen los dedos de escribirte en mi piel.

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