Con lo nada que te cuesta y lo poco que me dura, pierdo la cordura.
Con lo mucho que atrapo en lo simple del acto, rozo la locura.
Y que bien me sienta.
Si supieras que pido, como estrella fugaz,
lo fugaz del contacto me sabe a tan poco y me llena tanto...
¿Y si se me nota?¿Y si lo has notado?
No me atrevo , no es verdad, solo es eso.
Eso es lo que falta en la terna abierta,
la segunda opción de una noche de taberna,
a cielo raso.
¡Pero tú, ni caso!
Si lo sabes, si lo notas y lo sientes,
sobran los actores, falta un refugio y que me tientes.
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