viernes, 30 de octubre de 2015

Perdón por soñarte

Perdón por pasar sin llamar y colarme dentro de tu alma, por tocarla y hacerla saltar.
Por hacer que brillen tus ojos y se encoja tu estómago al sentir la corriente hasta la uña del pié.
Por el trago de saliva y aire que acaban en un suspiro, por emocionarte.
Por obligarte a tenerme y seducirte a distancia, sin dar la cara.
Te pido perdón por esperarte en un beso, por temblar cuando me miras y añorarte si no paras.
Por engañarte si aciertas y negarte si me retas.
Por atreverme a escribirte y no dejarte leerme.
Perdona que te sueñe y te invente como quiero verte.


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