lunes, 23 de noviembre de 2015

DESPERTAR

Despertar sin preocuparme de nada y seguir soñando. Eso quiero.
Soñando así, despierta, me sentía complacida.
Con la consciencia dormida  navegaba por mi intimidad secreta, cambiando el temor por confianza, el ansia por palabras nuevas y el amor fugaz y de locura reposaba sereno, en la desnudez de mi alma.
De pronto mi consciencia se descojona de mi.
Me he dado una ostia contra la realidad, he despertado de golpe...
Y van menguado las palabras y aumentando la angustia y acelero el paso, huyendo de sus risas, siguiendo mapas sin ruta ni rumbo hasta llegar a un pueblo fantasma, donde todo está cerrado y no hay nadie.
Y ahí está, quieto, inmóvil.
Y ahí se quedará hasta que vuelva a sentir que eres tú quien enciende las luces, elige la música y me abraza sin yo pedir nada.
Búscame, ¡maldita sea!, ven a por mi, encuéntrame en el insomnio que ahora siento de verdad.
Es ahora cuando quiero y necesito que me hables, que me retes y me inspires, que me leas o me cantes una nana  para volver a dormir y despertar como antes, tras el alboroto...soñando poco a poco.









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