Me urge un tatuaje que me oriente,
que recuerde este momento eternamente.
Para cuando se aleje lo que ahora siento,
me de un golpecito en la espalda
y me situe de nuevo aquí.
Justo aquí, calmada, feliz y con suerte.
Un tatuaje macarra, que sustituya al anillo turquesa
que marca puntos de inflexión,
y me diga ¡eh nena, eres la ostia!
¡dame un abrazo!...cuidate.
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