Se me pone roja el alma siempre que tiras a dar.
Se me pone a dar vueltas y me baila al compás,
de tus palmas caprichosas que me llevan donde vas.
Se me pone la peineta y se viste de lunares,
subida a la carreta pa recorrer to los bares.
Que se me pone "salá" cuando tú le das un beso y se me queda amargá si no es solo más que eso.
Se me pone firme el pecho para marcarle el rumbo y no dejarla que caiga ni que vaya dando tumbos.
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