domingo, 15 de noviembre de 2015

Temporal y calma

Con el temporal sólo se escucha el viento que pelea con el mar para ver quién se hace oír más alto. 
El cielo oscurece y los tonos grises van tapando lo poco que quedaba de blanco. 
El mar refleja esa sombra y retrocede rápido, con fuerza, para coger velocidad y escupirse hacia fuera bravo. En cada sacudida, más bravo, vomitando lo que sobra.
El aire se va enfriando y los labios salados tiritan.
Ya no recuerdan lo dulce y tampoco lo necesitan.
Coge abrigo y un paragüas y a ver como cae el agua.
Cuando pasa la tormenta, vuelve la luz a colarse
y el viento se va y se lleva el embrujo que la mantenía enganchada.
La mirada ya no mira y el abrazo ya no abraza,
sus risas son solo risas y su beso...ya ni eso.
Y respira aliviada.
Bienvenida cortesía. Se ha cerrado el buffet.
Ya no se alimentan sueños locos ni corazones hambrientos.
Ligero el corazón, ligera el alma...y vuelta a la calma.


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