domingo, 8 de noviembre de 2015

Soledad

Tiene nombre de retiro y se busca en ocasiones, se necesita a momentos y hace sacar emociones.
Siempre salí en su encuentro leyendo, corriendo o paseando.
Siempre me cargó el alma y me gustó encontrarla.
Ayer cuando amaneció, me la tropecé de cara y no quise ni mirarla, peleé contra ella, intenté esquivarla.
No me gustó su sabor y me la tragué amarga.
Suerte tuve que a la noche, por fín logré vomitarla.
Ni se te ocurra otra vez  presentarte sin llamar, si te quiero, yo te busco, que se donde está el mar.

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